Valió la pena

COMPENSACIÓN

…Y valió la pena
crear aquel universo sobre restos
del pasado insoportable,
cultivar un árbol como el mundo
en  los corazoanes fértiles
y apresurar con un “beso frente al mar”
el lento transcurso del 1.

Mereció la pena
descubrir el reino de los labios
que  hurgaban la piel estremecida
como  página de amor escrita por el viento.
Divisar amaneceres de gaviotas
y detener crepúsculos para compartir el vino
del lejano horizonte
más allá de los teoremas y del tiempo.

Y valió la pena
cambiar de sitio las cosas:
la ciudad, la casa con ventanas  hacia
sueños que trizaron mis nostalgias.
Transformar colores, sobre todo,
el de sus ojos y el de las sendas que conducen
a las fuentes inauditas de su cuerpo.
Mereció la pena...