Carta abierta
CARTA ABIERTA Ya que he venido como todo los que me precedieron en un tiempo sin formas, quisiera estar aquí mirando el cielo cuando el mundo sea un lugar más verde. Lo historia no es el mar en que navegan mis verdades, tampoco son los fenómenos del pasado las sílabas de los mejores versos; mas dejadme llegar a la memoria y a la sinopsis de los sueños como un velero, aunque sea a la deriva. Que nadie se preocupe de mi regreso, porque mis palabras son hojas otoñales de un árbol largamente hipotético, y mi gris corazón es un perro o un ángel culpable de caminar a solas. Y ya que soy parábola como todo los que me precedieron, sólo necesito una mochila para guardar un nombre de mujer, que me adorne el camino.